miércoles, 6 de agosto de 2008

Muy bien Heitinga y Ujfalusi


Al Atleti se le agotan las probaturas antes del decisivo debut en la previa de la Copa de Europa ante el Schalke y aún parece corto de gasolina. Los rojiblancos han firmado una discreta pretemporada sin haber conocido la victoria en su gira mexicana; y habiendo vencido a dos menores en España, con todo el respeto para el Alcalá y el Rayo.

Ayer, ante los de Vallecas, el Atleti no estuvo mal, pero volvió a dejar dudas: las mismas que acumula temporada tras temporada y que siempre se convierten en lamentos allá por el mes de mayo. Este año, los de Aguirre, cada vez más enloquecido --parece ser que está dispuesto a desprenderse de Reyes y Luis García--, han hecho una cosa bien: muy bien diría yo.
Tan bien como la incorporación de Sinama Pongolle. El francés podría dar una cátedra a Mista sobre cómo tirar a puerta, pero el verdadero acierto es difícil de pronunciar: Heitinga y Ujfalusi. Es posible que sean sólo las primeras impresiones y que el deficiente papel de Pablo y Perea la pasada temporada haga relucir incluso aquello que no sea oro.
Con la portería otra vez cuestionada ante la llegada del mítico y veterano Gregorý Coupet, Aguirre parece tener el once claro. Y es que el fichaje de estos dos jugadores centroeuropeos aportará al Atleti esa calma que todo gran equipo debe tener: una buena defensa para que los goles de Agüero y Forlán tengan el valor que se merecen, el de clasificar a un histórico del fútbol español a la mejor competición del clubes de todo el mundo.

lunes, 4 de agosto de 2008

Van der Vaart, primer fichaje

Suena casi a broma que estemos a 4 de agosto y el Real Madrid haya confirmado hoy a su primer fichaje: el centrocampista holandés, de procedencia española, Rafael Van der Vaart. Con lo empalagoso que está resultando la historia de Cristiano Ronaldo, que parece condenado a abandonar Manchester, al conjunto blanco se le había olvidado por completo de reforzar lo inerme.

Su condición de vigente campeón de Liga había tapado los ojos a Ramón Calderón y Pedja Mijatovic, que pensaron que dos Ligas seguidas son la panacea a la debilidad de Marcelo en el costado izquierdo, a la inquebrantable, pero muy madura punta de ataque, e incluso a la creatividad de Guti, que no es precisamente un canterano.

El Real Madrid se ha olvidado de fichar, piensa que su pegada efectiva durará siempre y no se acuerda de que el Almería, el Betis, el Getafe o el Sevilla le sacaron los colores hace menos de un año. Ahora trae a Van der Vaart, que llega en el momento justo tras la inoportuna lesión de Wesley Sneijder. Pero el holandés, ex del Hamburgo, no es nada del otro mundo.

Van der Vaart, un jugador intermitente, tiene una gran capacidad para aguantar el balón y para definir con calidad, pero no es quizás el mejor de los refuerzos para un equipo al que aún le falta chispa, y que, estoy seguro, que llorará, como ya lo hizo ante la Roma esta extinta temporada, en los octavos de final de la Copa de Europa.