Perdonen la intromisión enamorados del fútbol, pero debo rendirme ante el sensacional momento del deporte español. Cuando Carlos Sastre, el más humilde de los ciclistas, atravesó la meta en los míticos Campos Elíseos me di cuenta de que España está en la elite, de que España es la elite del deporte a nivel mundial.
No hace mucho, apenas dos años, cuando los 'juniors' de oro lograron ser campeones del mundo en Japón escuché a un periodista --de los que todavía escriben con pluma-- que justificaba el éxito español al aperturismo que habíamos vivido en las últimas décadas. Gasol, su hermano, Rudy, Calderón y la 'bomba' Navarro fueron los primeros en este país que pudieron beber un vaso de leche cada mañana.
Esta leche no justifica que Gasol mida 2 metros muy largos, ni que Casillas sea un portento bajo los palos, ni incluso que Sastre, algo más mayor, subiera el Alpe d'huez, como el que no quiere la cosa. Esta leche, la que no tuvieron las generaciones anteriores porque les valía más barato el vaso de vino, es la que ha catapultado a un país que antes se rendía al resto de naciones por ser muy inferior físicamente.
Mi abuelo ya no se sorprende como antes, ahora es muy normal que Nadal gane, que Gasol luche contra los más grandes, y hasta que España gane la Eurocopa. Un trimestre --este último-- que ha coronado a los nuestros, que han conseguido hacer sonar los acordes del himno en Italia (Giro de Contador), en Londres (Wimbledon de Nadal), en Austria (selección de fútbol), y en París (gracias a Sastre en el Tour y al maestro de Manacor por su cuarto Roland Garros consecutivo).
En fin, perdón de nuevo por la intromisión, pero hoy es un día de fiesta, un día que promete ser la antesala de unos Juegos preciosos, en donde otros tantos, David Cal, Marta Domínguez, Almudena Cid, Gemma Mengual, Gómez Noya o Joan Llaneras, podrán limpiar --al menos un ápice-- la terrible contaminación que decora el cielo pekinés. Hasta entonces, rebobinen la cinta y no se cansen de ver a Sastre levantando su puño bajo el Arco del Triunfo.
1 comentario:
HOla la ola hola...
Me gusta que hayas mencionado a Almudena Cid, no por su relación con Christian, sino por su valía en la rítmica...mujeres como ella, Mengual, atletismo y otros se merecen tanto o más bombo que el fútbol pese a que, según dicen, sea el deporte que une a grandes y pequeños blaugranas y colchoneros...
Estamos que lo rompemos pero no por ello tenemos que relajarnos, veamos que nos ofrecen los JJOO. uN BESAZO co o le ga...
muuuuuuuuuuuuak
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