Joaquín, Villa y Silva, el talento del Valencia, pusieron punto y final a la agonía de Ronald Koeman en el cuadro valencianista. El que fuera el héroe del Dream Team de Johan Cruyff, con ese gol de falta milagroso a la Sampdoria, en la final de la Copa de Europa, ha sido el peor revulsivo en la historia de los banquillos en la Liga española y después de tres meses y medio en la Capital del Turia encadena con victoria sus dos primeros encuentros ligueros. El holandés lo bajó del tren de la 'Champions', se cargó a Albelda, Cañizares y Angulo, y el tan campante. Menos mal, que Silva, y sobre todo Joaquín y Villa despertaron ante el Betis. Los chés tienen mucho talento, plantaron cara al todopoderoso Chelsea de Mourinho en la temporada pasada y ahora deben renacer para no terminar una temporada aciaga, marcada por las descorduras, las idas y venidas, y el discurso de un presidente vacío de contenido, que trajo a Koeman sin éxito. Koeman no ha hecho de Rijkaard, ni de Schuster, ni mucho menos de Michael Laudrup. Quien sabe matemáticas muy bien, no tiene por qué saber explicarlas... Mientras tanto, Koeman respira hondo...
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