La selección española llegó esta mañana a Málaga después de un rápido e intenso viaje en AVE para medirse mañana a Francia en un partido amistoso. Güiza se interesó por la velocidad durante el trayecto, Torres firmó autógrafos al personal del tren, y los medios aprovecharon para sacar la escopeta y acribilliar con lo de siempre. Antes de que Luis Aragonés tuviera que aguantar como siempre este chaparrón de preguntas sobre el '7' del Real Madrid, la afición malagueña le dedicó un mensaje al unísono: "Raúl, Raúl, Raúl". Al 'Sabio de Hortaleza' se le acumulan los enemigos cuando viaja por la geografía española, y lo mejor de todo es que el susodicho sigue haciendo méritos para estar en Suiza y Austria el próximo verano.
Es injusto que Raúl deba reivindicarse y señalar su siete con los pulgares. Es injusto que tenga demostrar cada partido más que el 90 por ciento del resto de jugadores y es injusto que no vista de rojo cada vez que hay encuentros internacionales. Que explique Luis qué ha pasado entre él y la selección, e incluso si es algo personal, pero que lo explique porque hay cosas que no son normales. Con las lesiones de Tamudo, y la anterior de Torres, ha preferido llamar a Güiza, y seguro que se decantaría por Aduriz, Llorente, Sergio García o Salva, pero nunca Raúl. Suena a broma míster. Píenselo. 44 goles con la selección, 279 con el Real Madrid, más de 14 años en la elite y un sinfín de alegrías para el aficionado, que sin duda pasarán a ser parte de las enciclopedias que hablen del balompié dentro de unos años.
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