El Arquero (parte I)

Lejos del ruido que produce la Liga, los dimes y diretes del fichaje de Cristiano Ronaldo, y una apacible selección española, este blog comienza un repaso del fútbol en sí mismo, hasta que el balón eche a rodar en Austria y Suiza, donde estaremos pegados a la información y al papel de los de Aragonés. El caso es que nuestro primer capítulo, sobre los porteros, corre a cargo de uno de ellos, de un jugador que lleva desempeñando toda su vida esta posición y que se llama Rubén Aguilera. He aquí su versión sobre 'El Arquero'.

"Todos piensan que los guardametas son los apartados del fútbol, los que no triunfaron de pequeños y se vieron renegados a esa posición, a estar clavado bajo tres palos o ni siquiera eso; muchas veces eran dos chaquetas de chándal. Es cierto que a lo mejor todos éstos soñaban con meter goles y humillar a los defensas, pero eligieron esta posicion por algo. Son los únicos que pueden salvar a un equipo, los únicos que consiguen, a toda una grada, hacerla suspirar tranquila.

"En mi opinión siempre he dicho que los porteros tienen un grado de locura extremo, sufrir en la portería para salir en la mayoria de sus partidos derrotados por el GOL. ¿Pero qué haríamos en el fútbol sin los arqueros? Una posición castigada en la mayoría de las ocasiones, pero gratamente reconocida cuando se convierten en protagonistas. Desde Higuita hasta Iker Casillas pasando por Arconada y el Mono Burgos --siempre creando tendencia-- desde unos de los mejores lanzadores de faltas, Peter Schmeichel hasta Gianluigi Buffon. Siempre recordando al famoso Ricardo Zamora, que da nombre al premio de guardameta que encaja menos goles en la liga española".

El fútbol está lleno de grandes nombres, de balones de oro, de máquinas auténticas de paralizar a un estadio, pero pocas veces se reconoce al portero, a ése que de pequeño subía a casa más manchado que nadie y que de todas las tardes, sólo una subía a hombros del resto de sus amigos. Se había parado el penalti que les dio la victoria.