Injusto castigo para el Real Madrid que ayer perdió en la ida de los octavos de 'Champions' por 2-1 ante el Roma. Injusto castigo porque hacía tiempo que el Madrid no se mostraba tan cómodo y con tanta facilidad para hacer rodar la pelota sin que se despegara de su dominio. Injusto castigo en este bonito duelo capitalino que acabó premiando al que jugó menos, pero como la historia respalda, al que es italiano. Los de Luciano Spalleti esperaron el error blanco porque nunca fueron capaces de llevar la iniciativa. Ni siquiera en su propio estadio.
Por contra, los de Schuster cambiaron de discurso y se pusieron el traje de luces, el de las grandes ocasiones. Robben sorprendió hasta el más ferviente de sus seguidores, Raúl, oportunista como siempre, Heinze magnífico (a pesar del fallo en el segundo gol romano), y Van Nistelrooy e incluso Drenthe, muy notables. En definitiva, un Real Madrid que buscó el protagonismo, ése que le encanta en las noches de empaque continental. Así, el tanto número 60 de Raúl en Liga de Campeones no impidió la reacción romana. El Madrid sin Pepe, Sneijder y Robinho dio la cara en su primer desplazamiento importante de la temporada, aunque se vino de vacío. Jugando como lo hizo ayer, el Real Madrid puede estar tranquilo. Pasará seguro a la siguiente ronda.